Con el tiempo uno aprende a disfrutar los objetivos conseguidos en la semana, sean todos, sean pocos o sea uno solo... no tanto por una cuestión de resignación, sino por una cuestión realista de aprender a medir el tiempo de otro modo, acorde al esfuerzo puesto en ellos; de este modo también se aprende a 'pausarlos' durante el fin de semana y a abrazar a estos dos días sin culpas, ni amarguras recargando pilas para enfrentar nuevos o pendientes objetivos al Lunes siguiente.
¡Buen viernes!