martes, 5 de junio de 2012

creo/ no creo



No creo en los sorteos. No sé cómo la gente puede comprar un boletito que cuesta un 2% de lo que se pretende ganar y de hecho tener la ilusión de que va a ganar. No digo que no existan, pero  nunca vi, de hecho, la canasta que se rifa, o la computadora, o el auto. Y en las ocasiones que lo vi, como en la farmacia de cerca de mi casa, el auto permaneció con el moñito por años; desde que tengo conciencia está ese auto a ser rifado con el moñito dentro de la farmacia; es decir, nunca se sorteó realmente. 

Me llama poderosamente la atención cómo la palabra suerte y sorteo se parecen. No creo en ninguna de ellas. Creo que la suerte es una vil excusa de gente dejada que prefiere culpar al destino de lo que le pase o le deje de pasar, condenándose a nunca hacerse cargo de los avatares de su vida… e imposibilitando por lo tanto el cambio (si las cosas no pasan por vos, los que deben cambiar entonces son los demás, no vos) reafirmando de este modo, su mediocricidad.

Creo firmemente en que una persona puede llegar a morir de frío. Y no de hipotermia, sino de simplemente frío. Te va congelando cada uno de los vellitos destinados a protegerte hasta que se apodera de vos. El frío y el calor son subjetivos, y me resulta llamativo el hecho de que considere que alguien puede morir de frío y no, por ejemplo de calor. Y que el frío, en mi mente esté asociado al corte de relaciones interpersonales, a la distancia afectiva, al aislamiento. ¿Gracioso como tu cuerpo habla por vos a veces no?

Creo que hay gente que ingresó y que sigue en mi vida y que ingresó en un momento donde si lo pudiese poner en palabras sería más o menos así: “entré justo cuando estabas por llorar”…

Creo que hay gente que salió de mi vida, y si lo pudiese poner en palabras a ese momento sería más o menos así: “me voy antes que te largues a llorar”, y otra gente que en mi recuerdo se han transformado en una notita cobarde de: “me voy porque ya mucho te hice llorar”

No creo ser una buena persona; pero porque tampoco mi vida se basa en tratar de serlo, aunque sí día a día trato de ser mejor en las cosas que hago. No me importa tampoco que la gente me trate de mala persona, de hecho cuando lo hacen, les doy la razón.


Final abierto esta vez.-